El filial madridista sigue su puesta a punto antes del comienzo de su andadura por la división de Plata del fútbol español. Con la baja confirmada de Joselu, que vuela a Alemania para enrolarse en las filas del Hoffenheim, Alberto Toril comienza a tener claro que la columna vertebral que moldeó durante su primera temporada y media, ya no sirve. El técnico, al menos en ésta pretemporada, no cuenta con siete titulares de la temporada anterior (Jesús, Carvajal, Nacho, Álex, Joselu, Morata y Jesé) y uno de los que sí están, espera su salida (Juanfran).
Con estas eventualidades, el filial tiene que reinventarse y de ahí la búsqueda que inició en el mercado futbolístico nacional de jugadores jóvenes que se adaptasen a la idea que tiene en mente Alberto Toril. De este modo, Borja García, Fabinho, Mateos y Mosquera se han incorporado y se esperan otros como Jota, del Celta. Lo de fuera complementa a lo que llega con fuerza desde atrás como Derik, José Rodríguez, Benavente o los delanteros Sobrino y De Tomás, jóvenes que suben del Juvenil o del tercer equipo blanco y que destacan en ésta pretemporada.
El Real Madrid Castilla comenzó con su seña de identidad, la velocidad, y con Denis por bandera para conseguirla. El hispano-ruso ha llegado a la pretemporada en un estado de forma excelso y su poderío por banda izquierda trajo por el camino de la amargura a la defensa cántabra. El extremo zurdo estuvo en todas y cada una de las jugadas del equipo madridista y gracias a sus acciones llegaron los tres primeros tantos. Antes del primer gol, Omar, que cuajó un partido serio en el manejo del equipo, rozó el tanto con una falta que pasó junto al palo. Sin embargo, un minuto después llegó el citado gol y fue con la firma de Óscar Plano que empujó un rechace a tiro de Denis. Las ocasiones se fueron sucediendo como elemento lógico de la superioridad evidente del filial y la Gimnástica de Torrelavega corría tras los jóvenes madridistas sin capacidad de respuesta. El segundo gol llegó tras otra galopada por banda de Denis que centró a Plano para que, al primer toque y con su pierna mala, culminase una contra de libro. Como Denis aún no estaba contento, siguió percutiendo por la banda izquierda pero su gol llegó tras un penalti que él mismo se encargó de forzar. Hubo que esperar casi 40 minutos para ver a los locales acercarse a las inmediaciones de Pacheco y fue sin excesivo peligro. No fue un aviso de los cántabros ya que tras esa jugada, el Castilla siguió teniendo el balón y las ocasiones.
Tras el descanso llegaron los habituales cambios en los amistosos que provocaron que el partido se rompiera y las conclusiones fuesen menores. El partido continuó con la misma tónica y el Castilla lo tomó con un campo de pruebas. Juanfran de lateral de nuevo, dos delanteros centros (Sobrino y De Tomás) y escoltados por un mediapunta (Benanvente). Asimismo, entró la veteranía que aportan Mosquera y Mateos y el marcador se volvió a mover de la misma forma que lo hizo en la primera, a favor del equipo madridista. Dos de las caras nuevas del equipo aprovecharon sus ocasiones en la reanudación para marcar el cuarto y el quinto, y es que Benavente demostró mucha clase para abrir el marcador en la segunda parte y Quini estuvo muy oportuno para hacer el quinto. Con este resultado el Torrelavega intentó salvar su honor y mejoró la versión mostrada durante más de 70 minutos.
Los minutos se fueron consumiendo al ritmo que marcaba José Rodríguez, imperial en el mediocampo madridista, y de este modo el equipo de Alberto Toril se dio una alegría en su preparación para el inicio dentro de dos semanas de la competición liguera. Se empieza a vislumbrar retazos del dibujo que Toril tiene en mente y Óscar Plano gana peso a la hora de ser referencia de un equipo que busca goleador tras el adiós de Joselu y la duda existente sobre el papel de Morata en el equipo blanco.
vavel.com
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