El colista se relamió las heridas causadas por su pésimo inicio liguero a costa de un Arroyo desconocido. Los de Juan Marrero, emborrachados de gloria tras la hazaña copera en Cádiz, se desfondaron en Lucena ante un conjunto local que explotó a la perfección el manual que tan bien le ha inculcado su técnico, Rafael Carrillo, el cordobés Falete. Intensidad, juego directo y presión arriba, tres de los conceptos que se le atragantaron a los ajedrezados ayer.
La cosa empezó mal. Muy mal. En el minuto 15 ya ganaba por 3-0 el cuadro local. Salió el Lucena con hambre. Corría el minuto 6 de partido cuando Fede, ayer una pesadilla para la zaga del Arroyo, firmó un disparo mordido que atrapó Saavedra, no sin ciertos problemas. Y en el 9 llegó el que a la postre fue el momento clave del encuentro. Jesús Lanza conectó un derechazo que fue a parar a las manos de Sergio Castaño en el interior del área.
Villoria Linacero, muy cerca, no lo dudó y pitó penalti. Adri no perdonó a Saavedra. Sin tiempo para digerir el mazazo, el Arroyo, en defensa como un flan y en ataque como Wally, perdido, encajó el 2-0. Y tuvo otra vez como verdugo a Jesús Lanza. El mediocentro botó una falta al corazón del área y Saavedra despejó de puños con tan mala suerte que el balón cayó a los pies de Carlos Martínez, que la empalmó a la red de vaselina y sin dejarla caer.
En ese momento, Juan Marrero pensó aquello de tierra trágame. Nada más sacar de centro, y mientras el Arroyo tenía el rostro desencajado, Fernando fue a por un balón difícil con Sergio Castaño con todo a favor. El zaguero extremeño se confió y acabo viendo con impotencia cómo el atacante lucentinista hacía el 3-0. Y sólo era el minuto 15. Marrero se metió en su banquillo a pensar algo para arreglar el entuerto.
Abel Buades, en el minuto 22, dio señales de vida, liderando unos instantes de cierto control del Arroyo, arrollado hasta entonces por un Lucena impecable. En el 34, Carlitos se fue hasta de su sombra en una carrera meteórica gracias a la cual se plantó solo ante Limones, que lanzó flojo.
Con el árbitro dando un concierto de pito y amonestando a cualquiera que se moviera, Fede se unió al festival con un tiro ajustado que estuvo muy cerca de significar el 4-0. Antes del tiempo de descanso, y en una acción polémica, Belmonte dejó a los suyos con 10 después de arrollar de forma involuntaria a Fernando, otro de los más activos del conjunto local. En la segunda mitad, Marrero hizo dos cambios y trató de darle otro aire a los suyos.
En el 59 llegó la jugada que cerró, si no lo estaba ya, el partido. Adrián, uno de los mejores del inicio liguero pese a su juventud, se marcó una gran jugada antes de habilitar a Fede, que no perdonó el 4-0.
Los visitantes estaban rotos, sin alma, sin carácter y sin fuerzas. Y, para más inri, sin amor propio. Fede estrelló un balón en el larguero en el 68 y, en el 72, el asistente anuló un gol legal a Óscar Espinosa, que se desquitó con el 5-0, una dura losa final para un Arroyo perdido y fundido.
FICHA TÉCNICA
Lucena: Limones; Albiol, Curro Vacas, Obregón, Germán; Sarmiento (Alfaro, m. 61); Carlos Martínez, Adri (Óscar Espinosa, m. 76), Jesús Lanza, Fede; Fernando (Pineda, m. 46).
Arroyo: Saavedra; Belmonte, Sergio Castaño, Sergio Castillo, Morillas; Nauzet (Lolo, m. 46), Abel Buades, Carlitos, Ruano; Edu Espada (Chirri, m. 46) e Ibán Espadas (Toni, m. 60).
Goles: 1-0, m. 9: Adri, de penalti. 2-0, m. 13: Carlos Martínez. 3-0, m. 15: Fernando. 4-0, m. 59: Fede. 5-0, m. 91: Óscar.
Árbitro: Villoria Linacero, del comité madrileño. Expulsó por doble amarilla a Belmonte (m. 43). Amonestó a los lucentinos Germán, Sarmiento y Óscar Espinosa; y a los jugadores arroyanos Sergio Castaño y Ruano, además de al técnico, Juan Marrero.
Incidencias: El Ciudad de Lucena ante unos 1.500 espectadores.
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