Sólo hubo un equipo, pero... (0-0)

Monólogo del Daimiel CF ante el Munera CF. Los de Santi merecieron, por ocasiones, la victoria, pero enfrente se toparon con un equipo que vino a Daimiel con la misión de dejar su portería a cero. Lo consiguieron, y de esa forma los daimieleños pierden sus dos primeros puntos en casa.

Santi volvió a repetir once y sistema con 4-2-3-1. El Munera, un tímido 4-4-2, que en la segunda mitad se convirtió en 4-1-4-1. El dominio local fue aplastante, con llegadas a la meta de Ñoño gracias al dinamismo de sus tres medias puntas y de Eduardo, muy trabajador y voluntarioso en la primera parte. Juanda fue superior a su par tanto por la izquierda como por la derecha, pero fue a pierna cambiada, por la banda derecha, cuando más peligro llevó. Sin duda, fue el hombre más peligroso del partido.

A decir verdad el dominio no se traducía en ocasiones claras, pero sí en la sensación de lo de siempre, de abrir la lata para que después del primero llegaran muchos más. No fue posible. Ni un cabezazo de Paco, un tanto forzado, ni un derechazo de Juanda (su pierna mala) llevaron la dirección correcta. Los de Munera, comandados atrás por el veterano Cano y Juanan, cedían terreno y defendían muy atrás, por acumulación. Se sentían cómodos de esa forma, y pese a que no pisaron área en todo el pártido, no le hicieron ascos a esa forma de jugar. En su haber, la disciplina táctica que mostraron en los 90 minutos.

Lentitud en el juego local
La segunda parte fue como la primera, pero el calor, mucho calor, hizo mella en el equipo local. Además los visitantes tuvieron otro aliado, el césped del Estadio. Muy alto, ralentizó el juego y las acciones combinativas de los blancos. No lo digo yo, lo dijeron tanto uno como otro entrenador. Esa lentitud, como el abuso en la conducción, quizá debido a la ansiedad de ver cómo pasaban los minutos, llevó a que el dominio no se plasmase en nada concreto.

Ocho córneres lanzó el Daimiel en todo el partido por ninguno el Munera, que se encomendó a tratar de sacar algo en alguno de los contragolpes de los que dispuso, pero que nunca inquietaron siquiera a Astillero. El Daimiel se rompió en dos, los de arriba y los de abajo. Mal síntoma físico en un equipo que quiere hacer del juego colectivo su razón de ser. Bien es verdad que dominar y llevar la manija del encuentro los 90 minutos significa un esfuerzo físico importante.

Hubo jugadas y disparos peligrosísimos de Juanda, Sergio y Moraga que no fueron gol de milagro. También, algo de precipitación en otras acciones y faltó algo más de creatividad, pero, sobre todo, velocidad en las acciones. El público estuvo bien, animando al equipo en las buenas acciones, pero faltó algo de empuje desde la grada en esos minutos finales donde el Daimiel se volcó con más corazón que cabeza sobre el área rival. Pero ya se sabe, la afición daimieleña es fría de por sí, y el Estadio tampoco ayuda a caldear el ambiente.

En definitiva, un empate que sabe a poco por los méritos contraídos pero que premia a un equipo, el Munera que supo aguantar el tipo y las embestidas para llevarse ese preciado punto que supone el primer pinchazo del Daimiel en su casa esta temporada.

FICHA TÉCNICA
0 DAIMIEL: Astillero, Fernando, Moraga, Jaime Núñez (Ángel, min. 68), Paco (Sergio, min. 58), Rubio, Jesús, Francis, Juanda, Ismael y Eduardo (Andrés, min. 75).

0 MUNERA: Ñoño, Tomás (Killo, min. 45), José Luis, Juanan, Cano, Seco, Emilio, Emilio Manuel (Cuchi, min. 45), Pedro Ángel (Luis Fran, min. 91), Dani Huedo (Chan, min. 89) y Xabi Blas.

ÁRBITRO: Rodríguez Ruiz, asistido en las bandas por Tabasco García y Lozano Pozuelo, de la Delegación de Toledo. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Ismael y por el Munera a Tomás y Seco.

INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Daimiel. Tarde de mucho calor. Césped alto. Unos 250 espectadores en la grada. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del abuelo de Juanda.

LA FOTO DE LA AFICIÓN