Partido intenso el que nos han deparado dos equipos que saben que la pelea al cien por cien debe ser su seña de identidad para salvar la categoría. El Gimnástico de Alcázar vino a Daimiel a sacar algo a partir de una férrea defensa. Sin pudor, el Gimnástico acumuló hombres atrás para hacer más pequeño todavía el Nuestra Señora del Carmen y salir rápidos como flechas en busca de la portería contraria.
El Daimiel no supo abrir la lata. Se enmarañó en la nube de piernas que tejió el entrenador visitante, Félix Monreal y no pudo doblegar, una vez más y van unas cuantas temporadas, a un conjunto rojillo que tiene perfectamente tomada la medida a los blancos temporada tras temporada. Para colmo, el gol alcazareño, otro golazo, lo conseguía Alberto, "Harry" para los daimieleños, jugador que militó en el Daimiel Juvenil en su primer año en la categoría.
Dominio local, ocasiones visitantes
Paco García-Moreno desveló la incógnita de la defensa. Volvió a confiar en Negrete y Carlos en las bandas, y situó junto a José Carlos a Jony para que supliese a Dachu, tal y como hizo en Ciudad Real tras la lesión. En el centro del campo estuvo la novedad de Moisés, que tras dos partidos sin jugar, volvía a la titularidad. Los demás, el mismo once que en Ciudad Real, con Javivi en el centro, Jona y Francis en bandas y dos hombres puntas, Wuy y Sergio.
Por su parte el Gimnástico empezó con un 4-4-2 muy cerrado atrás porque Chata muchas veces retrasaba su posición para convertirse en lateral y dejar a Monedero, Alberto y Chano como centrales y Monge como lateral izquierdo. El Gimnástico tenía la consigna de defender fuerte, no dar concesiones y anticiparse en todo momento a Sergio, muy marcado, y tratar de tener siempre superioridad numérica en las marcas.
Una vez tenía el balón el Gimnástico, solo había ojos para Zarza, un delantero rapidísimo pero escaso de puntería. Con el Daimiel volcado, las contras rojillas creaban mucha más sensación de peligro que el dominio insulso local. Así a los cinco minutos una internada en velocidad de Zarza supuso la primera oportunidad clara que sacó Astillero de varias intervenciones importantes. Porque el cancerbero local, casi jugó más de "cierre" que de portero. Muy atento a los balones largos, tuvo que ayudar a su defensa a despejar aquellos centros en los que el Gimnástico buscaba la incorporación de Zarza.
Necesidad de puntuar
Se notaba que el Gimnástico venía a Daimiel con necesidad imperiosa de puntuar tras cuatro derrotas. Y no viene mal darse cuenta que el Daimiel, para el resto, es uno de los equipos que en el imaginario colectivo se debe puntuar por la configuración de la plantilla. Dicho de otro modo, para el futbolista rival, las posibilidades y obligación de puntuar ante el Daimiel son infinitamente mayores que ante otros equipos. Por ello, los rivales "de su Liga" van a poner toda la carne en el asador. Con el paso de los minutos, el Gimnástico se fue creciendo pese al dominio local.
La primera ocasión blanca de verdad llegaba en el minuto 31 en un control de Sergio cuyo disparo salió alto. Pero los de Alcázar de San Juan iban a meter el miedo en el cuerpo de forma muchísimo más clara antes del descanso. Y siempre en las botas de Zarza, una pesadilla para los blancos en el primer tiempo. Ya avisamos en la previa que este era el fichaje más rutilante del Gimnástico. En el minuto 34 disparaba a las manos de Astillero, en buena posición, pero en el 40 le llegó la gran ocasión, enorme, que incompresiblemente, falló. Moisés cede fatal, con la cabeza a Astillero que estaba fuera del marco, la pelota va hacia la portería local. La controla, con gran velocidad Zarza, y cuando todos esperábamos el toque de gracia para marcar, este se produjo, pero la pelota fue al poste y salió fuera. Corría el minuto 40 y desde luego es de esas ocasiones que se ponen en "los momentos más divertidos del fútbol" porque es para verla la ocasión que falló el de Quintanar de la Orden.
Pero quedaba tiempo para más. Ante la intensidad y ritmo en el que se movía el partido, los aficionados, muchos, por cierto con una gran entrada de casi todos espectadores daimieleños, se lo estaban pasando bien. Primero hubo protestas por lo que pareció un claro penalti a Francis cuando se internaba en el área, pero Sevilla Lérida no quiso saber nada y casi en la siguiente jugada un gran contragolpe llevado por Chata habilita a Zarza para que de nuevo se quede sólo ante Astillero y esta vez es, otra vez, el meta el que mantiene vivo a su equipo adivinando el tiro. Con empate a cero y la sensación de que era un buen resultado para el Daimiel, visto lo visto, se llegaba al descanso.
Acoso y derribo del Daimiel
El Daimiel salió mucho mejor en la segunda parte. También porque el Gimnástico dio un paso atrás de forma definitiva con cinco defensas. Los rojillos querían salir con algo de Daimiel y lo fiaron todo al contragolpe. De hecho en el 49 reclamaron un penalti por caída dentro del área de Diego a centro, como no, de Zarza, pero tampoco el árbitro vio nada punible en esa acción. Era el minuto 49, y a partir de ahí el Gimnástico ya no existió en ataque hasta bien entrada la segunda parte.
Francis y Jona percutín por banda, Sergio se mostraba incansable bajando balones mientras que elcentro del campo y la defensa presionaban a los rojillos que no veían la manera de salir de su propio campo. El Daimiel apretaba el acelerador, dominaba, pero no encontraba el hueco, el camino, el toque que hiciera destejer la enorme maraña defensiva visitante. Fue en el 60 cuando saltaron todos los cerrojos. Sergio realizó un enorme control orientado con el pecho, se fue de su par y lanzó un cañozano que pegaba en el larguero. Jona, que seguía la jugada, solo tuvo que empujarla dentro de la portería con la cabeza.
Tal y como estaba el partido casi podía parecer definitivo ese 1-0 porque el Gimnástico estaba desaparecido, el Daimiel dominaba y, desde luego, los de Félix Monreal no podían seguir con esa táctica del murciélago. Y así fue, cuando el Alcázar se vio por debajo quiso jugar más y al Daimiel le entraron las dudas. Poco a poco ese empuje local fue cediendo y el Gimástico pasó a jugar en campo blanco. Pese a que Adri entraba en el campo para buscar velocidad en los huecos, la estrategia funcionó mal porque un minuto después llegaba el gol visitante. En el único córner que botaron en la segunda parte (dos en todo el partido) un balón al segundo palo ya supuso un susto tremendo por Sergio tapó el zambombazo de Zarza, pero el rechace le caía a Alberto "Harry" y el de Villarta de San Juan empalmaba un zapatazo desde fuera del área junto al palo a media altura imparable para Astillero. Segundo golazo en contra en dos jornadas.
Era la única aproximación rojilla del segundo tiempo y acababa en gol. Monreal volvió entonces a los orígenes, todos atrás a aguantar el chaparrón, nunca mejor dicho, porque los últimos minutos se jugaron bajo un intenso aguacero. Pudo pasar cualquier cosa. El Daimiel lo intentó por tierra, mar y aire, pero sin claridad, incluidas algunas faltas laterales y córneres sacados sin cinsecuencias, siendo esto, por cierto, la escasa rentabilidad del balón parado, algo que ya viene siendo recurrente en los partidos del equipo blanco.
Empate justo
En los contragolpes el Gimnástico podía matar el partido con la velocidad de Zarza, y de hecho Astillero tuvvo que salir en varias ocasiones, en una de ellas, muy peligrosamente. Los últimos 20 minutos se jugaron a un ritmo frenético por ambas partes, unos buscando la victoria sin demasiado orden, y los otros defendiendo a muerte cada balón. La tuvo Sergio en el 92, en un balón colgado, pero el meta Balbino tocó con la puntera para desbaratar la ocasión y el Gimnástico logró su objetivo de puntuar. Premio grande para los rojillos por como celebraron el empate. No es para menos porque son los dos primeros puntos que vuelan del Nuestra Señora del Carmen, siendo sabedores que en una Liga tan igualada, el mínimo detalle (léase golaverage) puede ser determinante en la clasificación.
Y lo que son las cosas, con el empate el Daimiel sigue a seis puntos del descenso con una jornada menos, mientras que el Gimnástico se mete en posición de descenso a la Regional Preferente.
FICHA TÉCNICA
1 DAIMIEL: Astillero, Negrete, Carlos, José Carlos, Jony, Javivi (Fernando, min. 87), Jona, Moisés (Jesús, min. 45), Sergio, Francis (Adri, min. 70) y Wuy.
1 G. ALCÁZAR: Balbino, Monedero, Alberto, Chano, Ales, Catali (Tito, min. 68), Chata (Roberto, min. 89), Adri, Diego (Antonio, min. 68), Zarza y Monge.
ÁRBITRO: Sevilla Lérida, asistido en las bandas por Torosio Montañés y Sánchez Fuentes. Enseñó tarjeta amarilla por el Daimiel a Carlos y por el G. Alcázar a Álex, Zarza, Antonio, Adri y Roberto.
GOLES:
1-0, minuto 60. Jona.
1-1, minuto 71. Alberto.
INCIDENCIAS: Campo de Fútbol Nuestra Señora del Carmen. Muy buena entrada con alrededor de 500 espectadores en tarde encapotada que terminó en aguacero. Césped artificial en mal estado.
LA FOTO DE LA AFICIÓN
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