Salieron las resoluciones del Comité de Competición y en el caso del Daimiel, han sido mas benévolas de lo que se esperaba, al menos para el caso de Obi, que fue expulsado con roja directa el pasado sábado en La Roda.
Se esperaba con cierta espectación los partidos que le pudieran caer al nigeriano. Sin embargo, y ante la satisfacción y alivio general, sólo le han sancionado con un partido por "insultar, ofender, amenazar, empujar o provocar a otro, siempre que no constituya falta más grave". Es la misma sanción por los mismos motivos que ha recibido el jugador de La Roda que originó la discusión. Por tanto Obi sólo se perderá el partido del próximo domingo ante el CD Piedrabuena.
Más grave ha sido la sanción al entrenador del Daimiel RCF, Paco García-Moreno. No se van a andar con chiquitas en este aspecto ni los colegiados ni el Comité de Competición. Se han endurecido las sanciones y, de hecho, esta semana son varios los entrenadores con la misma sanción: dos partidos "por protestar de forma ostensible o insistente al árbitro o a sus asistentes". No digo yo que los entrenadores no tengan que guardar la compostura, pero a veces entradas muy duras se quedan sin ni siquiera amonestación por parte del colegiado de turno.
Es más, bien hará Paco en no hacer ningún gesto el próximo domingo que el colegiado designado interprete como que está dirigiendo a su equipo, porque eso está siendo perseguido y sancionado muy duramente. De hecho Ignacio Galindo, entrenador del Mota del Cuervo, ha sido suspendido durante un mes (cuatro partidos) por su inobservancia a esta premisa. Es decir, estuvo dirigiendo a su equipo, aunque fuera desde la grada, estando sancionado, y el colegiado lo hizo constar en acta.
Lo dicho, Paco tendrá que ingeniárselas durante los dos próximos domingos (CD Piedrabuena en casa y Madrigueras UD, fuera) si quiere dar alguna orden a su equipo sin que sea sancionado. Y ojo que ya se sabe que en Daimiel siempre hay un informador del Colegio de Árbitros en todos los partidos.
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