Desde el Cacereño y el Arroyo no paran de soñar con algo grande. En ambos clubs, sus directivos, aficionados, técnicos y jugadores tienen la mirada puesta en el miércoles. El argumento es bien sencillo: de eliminar a Lucena (los verdes) y Eibar (los blanquiazules) el jueves estarán en el sorteo de Copa en el que tendrían asegurados como rivales a clubs de Primera División que juegan esta temporada en competición europea.
El no va más. El más difícil todavía. El culmen. La lotería. Que lleguen Madrid y Barcelona es una posibilidad absolutamente real, palpable, y eso lo saben en los dos clubs extremeños de Segunda B que han llegado a tener esta posibilidad. Lo económico, por supuesto, es un añadido.
Quizá los expectativas hayan estado puestas más en el miércoles que en el fin de semana, en el que había partidos ligueros, teóricamente la competición que debería tener prioridad, aunque las circunstancias y el caramelo está muy cerca de la boca. Queriéndolo o sin querer, pero las referencias constantes han estado ahí, muy presentes.
Hasta que ello ocurra, la jornada de los tres extremeños ha tenido los tres resultados posibles, pero la lectura global que puede derivarse de ella es que los tres, cada uno a su nivel, mantiene grandes dosis de competitividad.
El viernes, el Cacereño ganó al Betis B (2-0) con un juego nada atractivo, pero práctico. Los verdes han salido del bache con sus dos triunfos consecutivos y se sitúan, con 11 puntos, en la zona media de la tabla. Dada la igualdad, están tan cerca de los cuatro primeros puestos que de los últimos. Cosas del fútbol.
MALA SUERTE Precisamente cuarto (14 puntos) es el ya nada sorprendente Arroyo. Ayer tenía la opción de asaltar el segundo puesto incluso, pero perdió ante el San Roque (1-0) merced a un tanto lepero en tiempo añadido y después de que los de Juan Marrero fueran superiores durante casi todo el encuentro.
En cualquier caso, las señales de equipo compacto, rocoso y competitivo siguen viéndose desde cualquier ángulo que se analice la trayectoria.
Excelente también fue el partido del Villanovense en Albacete. Al final, 0-0 en un encuentro que se preveía complicado teniendo en cuenta el todopoderoso rival y los efectos negativos que podría tener el choque perdido del domingo anterior ante el Cacereño. Pero, como ocurriera en el derbi, el Villanovense destila un incuestionable halo de conjunto siempre ordenado y peligroso para cualquier rival. Pedro Sánchez de la Nieta, su técnico, nunca ha tenido duda de ello. El Villanovense tiene 9 puntos y es ahora decimoquinto, una posición sin duda muy engañosa.
Llega la semana histórica para Cacereño y Arroyo. ¿Se culminará en positivo?
elperiodicoextremadura.com
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