El Daimiel Juvenil "B" tuvo que salir escoltado por la Guardia Civil del Campo de Fútbol de Herencia

Denigrante. Es el mejor calificativo que podemos decir de lo que ocurrió el pasado sábado en Herencia tras el partido disputado en Herencia correspondiente a la Liga Provincial Grupo IV entre el conjunto local y el Daimiel "B".

El resultado fue de victoria de 1-2 para los blancos, con goles de Alejandro Rico y Fernando García, lo que supone cinco jornadas invicto. El resultado no pudo ser mejor, al igual que la superioridad de los daimieleños. Es más, en el minuto 88 hubo un penalti clarísimo para el Daimiel B que el árbitro no señaló, aunque expulsó con roja directa al rival. Y no lo pitó, según Paco García-Moreno, entrenador del Daimiel B, "porque me dijo el colegiado, Díaz-Rullo, que si lo pitaba no salíamos de allí".

Parte de la afición del Herencia la tomó con el equipo de Daimiel y hubo agresiones en la retirada a vestuarios de varios jugadores del Daimiel B y luego, tras 25 minutos de espera, el Daimiel B tuvo que abandonar el recinto deportivo gracias a la presencia de cuatro números de la Guardia Civil y dos de la Polícia Local.

Lo que cuenta Paco García-Moreno, pone los pelos de punta "aquello se fue poniendo muy feo y dije a los padres presentes que llamaran a la Guardia Civil. Hubo agresión física a dos de mis jugadores que estaban en el banquillo y antes de terminar el partido les mandé al vestuario. En el túnel de vestuarios cinco aficionados les hicieron una encerrona y recibieron algún golpe".

El nerviosismo en la expedición de Daimiel fue creciendo porque la presencia de la Guardia Civil se retrasaba y se temían lo peor. Se llego al final del partido y la entrada a vestuarios fue una odisea "reunía los chavales en el centro del campo y salimos a la carrera. En lña bocana de los vestuarios nos escupieron y alguno recibió golpes mientras nos decían de todo". No había Fuerza Pública y esta llego "unos diez minutos después de acabado el partido", según Paco.

Escoltados por la Guardia Civil
la salida del recinto deportivo fue otra odisea, "una vez que nos duchamos, salimos todos juntos. La Guardia Civil nos acompañó hasta el autobús porque había mucha gente fuera esperándonos. No nos pudiomos comer nio el bocadillo. El caso es que fuera nos volvieron a insultar y hubo intentos de agresión. Un Guardia Civil tuvo que hacer uso de la porra que llevaba porque nos querían pegar. En fin fue todo muy lamentable".

Pese a que la expedición de Daimiel ya estaba en el autobús continuaron los actos de hostigamiento "nos tiraron varias piedras al autobús, aunque afortunadamente no hubo que lamentar males mayores". Finalmente el equipo abandonó Herencia "con mucho miedo en el cuerpo, pero con tres puntos que nos vienen muy bien para seguir subiendo posiciones". El entrenador del Daimiel B dice "no entender la actitud de estos aficionados del Herencia ni la pasividad del club local con lo que allí pasaba. En el partido no pasó nada como para que hubiese tanta violencia, y el partido que disputamos en Daimiel tampoco fue nada del otro mundo. No lo entiendo.

El árbitro no vio nada
El árbitro del encuentro, Díaz-Rullo, de forma increible, no puso nada en el acta. Pese a los requerimientos del Daimiel CF para que lo hiciera, Díaz-Rullo dijo que "no ví nada". Lógico, ya que fue el primero en abandonar tanto el terreno de juego cuando acabó el partido, como la propia instalación, como corrobora Paco García-Moreno "cuando nosotros nos fuimos del campo, más de media hora después de que acabara el partido, el árbitro ya se había ido. No quiso ver lo que nos pasó". Lo que está claro es que el Herencia se quedará de rositas después de lo ocurrido porque el colegiado no puso nada en el acta.

Lo que no es normal es que un equipo con los antecedentes del Herencia, que ya tuvo problemas con la actitud del público en siu partido en casa ante el Almagro y que la temporada pasada fue excluido de la competición pro comportamientos antideportivos, siga campando a sus anchas sin que desde la Federación se le de un toque de atención o almenos se obligue a disputar sus partidos con Fuerza Pública presente.

Unos acontecimientos los de Herencia muy penosos y que deseamos que no vuelvan a suceder.