AMARGA NAVIDAD (1-2)

Derrota justa del Daimiel CF ante un Albacer que se aprovechó de la mala disposición táctica local, así como de su escasa actitud inicial, para adelantarse en el marcador y luego nadar a favor de corriente ante un Daimiel voluntarioso, pero poco más. El Albacer rompió una racha de nueve partidos sin ganar, mientras que el Daimiel vuelve a las mismas andadas que ante el San José Obrero, es decir, dar aire a un equipo que venía con mucha ansiedad.

Torreca dispuso de inicio un 4-2-3-1 con la misma alineación que en Almagro salvo la salida de Dachu por la entrada de Alfredo. Pero la actitud y calidad en el juego fue infinitamente peor que en Almagro. Para empezar, la elección del técnico no pareció la más adecuada. Dos medios centros defensivos, de las mismas características como Alfredo y Bernal, restaron capacidad de creación a los blancos, con Vicente adelantado a verlas venir. A eso hay que sumarle la, una vez más (y van muchas) caraja inicial de los locales que no saltaron centrados al terreno de juego, en especial hombres como Bernal o Rubio, que no realizaron su mejor partido.

Teniendo en cuenta que enfrente se tenía a uno de los equipos menos goleados de la categoría, que, como dijo Torreca, lo más lógico es que explotara a tope el contragolpe, la disposición del equipo no fue la idónea. Sin juego en el centro del campo, y con muchos, muchísimos balones perdidos en la parcela ancha, los de Albacete se encontraban cómodos y salían rápidos y veloces en contragolpes hasta los dominios de Astillero. Pese a que el balón lo tenía el Daimiel, era un control absolutamente ficticio, sin proposición de juego o peligro alguno y era el Albacer el que metía la congoja cada vez que arrancaba. De hecho Pedrero tuvo que cortar en falta al gigantón José Luis cuando se podía quedar sólo ante Astillero. Vio amarilla por esa acción, aunque si hubiera sido roja, a nadie le hubiera extrañado.

Mazazo inicial
Poco después Carlos Pérez, uno de los más peligrosos de su equipo, puso a prueba a Astillero con un disparo a la cepa del poste, que el meta atajó con buena intervención. El partido entró en una fase de ida y vuelta, dentro de la anarquía que impregnaba todo el juego local. Así un balón largo a Agus supone que este se quede solo ante Callejas pero no logra definir su vaselina y el portero logra tocar para enviar a córner. En la siguiente jugada es de nuevo Carlos Pérez, que le ganó en velocidad casi siempre a Jaime Núñez, el que se va por banda izquierda, sale Astillero y el centro al segundo palo es rematado a puerta vacía por Julio pese a la oposición de Rubio. En esta acción el delantero visitante se golpeó contra el poste y apenas cinco después tuvo que ser sustituido.

Esta lesión, junto al 0-1, reafirmó en sus intenciones de echarse atrás al entrenador del Albacer, Adrián Calonge, que vio el partido en la grada, porque el que sustituyó al delantero fue un defensa central, Antonio, aunque adelantó un poco a Omar para situarlo delante de los dos centrales. Para colmo, el pichichi del Albacer, José Luis, conseguía el segundo gol de su equipo (séptimo en la Liga del albaceteño) de un soberbio zapatazo con el exterior de su pierna izquierda desde fuera de al área. El balón salió raso, y cogió una endiablada velocidad que fue imposible que lo atajara Astillero. Dos llegadas, dos goles y se acabó el Albacer en ataque para el resto del partido.

Un cambio muy necesario
El Daimiel naufragaba en todos los aspectos. Sin patrón de juego, nerviosos, sin desborde en banda y con mucha ansiedad, el Albacer sólo tenía que esperar a que pasaran los minutos. Pero Torreca vio la luz. Quitó a un desafortunado Bernal y sacó a un segundo delantero, Iván. Entonces el panorama empezó a cambiar paulatinamente. Vicente retrasó su posición, y ahora sí el esférico tenía una mejor salida, el equipo se tranquilizó y a los tres minutos de entrar en juego, Iván, que reaparecía tras los tres partidos de sanción, porfiaba por un balón al que no tenía posibilidad de llegar, pero incordió tanto a Arenas, que este no se entendió con Callejas, y el delantero se aprovechó para robar el balón y marcar el 1-2 en el minuto 40. La remontada, parecía posible porque en los cinco minutos que restaron para el descanso era otro Daimiel muy distinto, con presencia en el área visitante y con ganas.

La segunda parte fue un monólogo local. El dominio territorial fue intenso, ante el repliegue total del Albacer. Los blancos le pusieron ganas, corazón y actitud, pero no fueron capaces de doblegar a un equipo muy sacrificado tácticamente y que conforme pasaban los minutos se fue creyendo que era posible ganar en Daimiel. El Daimiel careció de desborde en banda, toque y desmarque, algo fundamental ante un equipo con un repliegue defensivo intenso como el del Albacer. Los de negro lo fiaron todo a los contragolpes, alguno de ellos pudo acabar en la puntilla, y en alguna tarascada o remate por alto del gigante José Luis. Pero realmente ni daimieleños ni albaceteños hicieron demasiados méritos como para aumentar sus respectivas cuentas goleadoras.

En el Daimiel la impotencia se fue apoderando de los jugadores que empezaron a cargar contra el árbitro que nada tuvo que ver en la derrota. El hecho cierto es que se botó sólo un córner en todo el segundo tiempo (tres en la primera parte, dos para el Daimiel y uno para el Albacer) y fue favorable al Daimiel, en el minuto 87. Eso, y un centro de Iván, que fue rematado al alimón por Naranjo y Dani Crognale de cabeza, y que superaba a Callejas, fue salvado bajo palos por el tosco defensa central Antonio. Corría el minuto 78. Pero los blancos no tuvieron su día en el pase al compañero, o el disparo a puerta, quizá por demasiada ansiedad.

A la heroica
El Daimiel, ante la falta de superioridad en las jugadas por la banda, lo intentó por el centro ante la evidente falta de calidad técnica de Antonio, pero este se fue creciendo a lo largo del segundo tiempo, y tampoco por ahí fue franqueable el equipo de Albacete. Torreca puso en liza hasta cuatro delanteros en busca del empate con Naranjo, Iván, Dani Crognale y hasta Saavedra, que sustituía a Pedrero para, aprovechando su altura, colocarse de delantero centro y dejar la defensa con sólo tres hombres. Muchos balones a la olla, mucha precipitación, desesperación ante las pérdidas de tiempo visitantes, hasta cuatro jugadores albaceteños fueron atendidos por calambres porque se les “subieron” los gemelos, pero nada fue efectivo para evitar la tercera derrota del equipo en casa que vuelve a suponer un tremendo varapalo en las ilusiones por conseguir ese “algo más” que la mera permanencia.

En definitiva, ni el planteamiento del técnico, ni la actitud de los jugadores, en los compases iniciales del partido ayudaron a que el Daimiel pudiera disfrutar de una dulce Navidad, más bien todo lo contrario. Ahora, como lo prometido es deuda, la plantilla entrenará durante todas las vacaciones.

FICHA TÉCNICA
1 DAIMIEL: Astillero, Alberto Pérez (Javi Murillo, min. 64), Agus (Dani Crognale, min. 75), Alfredo, Bernal (Iván, min. 37), Rubio, Jaime Núñez, José Carlos, Naranjo, Vicente y Pedrero (Saavedra, min. 81).

2 ALBACER: Callejas, Ángel, Arenas (Chencho, min. 91), Carlos Pérez, Coco, Riqui (Aitor, min. 89), Julio (Antonio, min. 20), Gita (David, min. 77), José Luis, Navalón y Omar.

ÁRBITRO: Alberola Rojas, asistido en las bandas por Santaursula Aguado y Cacho Torres. Regular. No influyó en el resultado final, pero fue un arbitraje con contradictorias decisiones y aplicación incorrecta de la “ley de la ventaja”, al margen de no ser más severo en las pérdidas de tiempo exageradas de los visitantes. Enseñó tarjetas amarillas por el Daimiel a Pedrero, Rubio y Vicente. Por parte del Albacer la vieron Coco y Riqui.

GOLES:

0-1, minuto 15. Julio.

0-2, minuto 24. José Luis.

1-2, minuto 40. Iván.

INCIDENCIAS: Matinal en el Campo de Fútbol Nuestra Señora del Carmen. Muy poco público, con algo más del centenar de espectadores. La afición sigue dando la espalda, escandalosamente, al equipo. Césped artificial muy rápido porque no dejó de llover en toda la noche anterior y durante el partido. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Evelio Alonso Fernández, compositor del Himno del Daimiel CF.

LA FOTO DE LA AFICIÓN