Iván conseguía su segundo gol en dos partidos y desde luego que, hasta el momento, se ha amortizado su fichaje, porque no es solo los goles que está marcando, sino las jugadas, controles y detalles de calidad que está aportando a la delantera del equipo. Con el 1-0 a los 4 minutos, los planes de los visitantes saltaron por los aires, con lo que tuvieron que jugar abiertamente al ataque, y ahí el Daimiel se desenvuelve como pez en el agua. El Sporting trataba de jugar el balón desde atrás, pero con mucha parsimonia y demasiado en horizontal. Eso sí, no rifaban el balón, pero lo perdían en cuanto pisaban el terreno de juego blanco. Y aquí es donde falló el Daimiel, que en vez de tratar de tocar la pelota, buscaba demasiado rápido el juego por bandas. Como si tuvieran mucha prisa en llegar al área contraria, cuando de lo que se trataba era de controlar el encuentro.
El caso es que el segundo gol, en el minuto 19, llegaba después de un clamoroso error de Pedro, que no acierta a despejar, se la deja franca a Javi Murillo, que marca un soberbio gol por el palo corto y con el exterior de la pierna izquierda, cuando todo el mundo esperaba el centro. El partido estaba resuelto porque el Sporting no daba sensación de peligrosidad pese a sus ganas de tratar el balón con criterio.
Susto de Jesús que manda al larguero
El control del partido era total por parte del Daimiel que dejaba jugar al Sporting pero en terrenos poco peligrosos. Iván se encargó de animar a la grada con un par de bellas acciones yéndose de su par pero errando en el remate final hasta que llegó la falta botada por el sportinguista Jesús, desde la frontal, que se le escapa a Astillero y que pega en el larguero ante el asombro de todo el mundo. Y es que en cualquier despiste cualquier equipo puede marcar un gol.
Daba la sensación de que el Daimiel podía ganar este partido con un resultado muy holgado, pero faltó el instinto asesino, las ganas de conseguir una victoria rotunda ante un rival con ganas, ilusión, pero pocos argumentos ofensivos. Quizá a destacar la movilidad, rapidez y habilidad de César, el más destacado de su equipo.
La segunda parte, sobró
Todo el mundo pensaba que el segundo tiempo se le iba a hacer larguísimo al Torrenueva, más cuando en el minuto 62, Mas veía la tarjeta roja directa por dar una patada sin balón a Vicente. Luego el técnico visitante, Juan Francisco González, dijo que su jugador había hecho eso por haber recibido un insulto racista. Pero lo cierto es que esta segunda parte fue mucho más tediosa que la primera. El Daimiel no se sintió cómodo en ningún momento, el 4-1-4-1 de los visitantes (en la primera jugaron con 4-4-2 como el Daimiel), se le atragantó a los de Torreca y, sobretodo, la línea defensiva del Sporting, muy adelantada en el segundo tiempo, fue rota en contadas ocasiones por los locales, que incurrían en el fuera de juego.
Tampoco ayudaron los cambios. Torreca suele mover el banquillo con el tiempo muy avanzado, pero frente al Sporting movió antes ficha y, desde luego, hubo quien no sacó provecho de esa oportunidad. El Daimiel es verdad que pudo haber conseguido varios goles más en ocasiones clarísimas, pero a Dani Crognale, por dos veces, y Alberto Pérez les faltó instinto asesino o, lo que es lo mismo, capacidad de definición solos ante el portero.
Con uno menos, el Sporting buscó las cosquillas al Daimiel, demasiado conformista y confiado, y llegó a botar más córneres en este segundo tiempo que los locales. Un gol amarillo, que por otra parte, la verdad, no tuvo ocasión clara para hacerlo, hubiera puesto de los nervios al respetable, que veía el partido con tranquilidad, con demasiada tranquilidad. Menos mal que apareció Iván, hizo una jugada dentro del área para enmarcar, con control y dribling exquisitos, para dársela a Dani Crognale que, en este caso, sí que acertó, con un buen toque de balón, a ponerla lejos del alcance de Iker. Corría el minuto 76 y todo quedaba visto para sentencia. Torreca aprovechó para hacer reaparecer a Ruiz tras seis partidos de baja, y el delantero volvió a demostrar que se lo va a poner muy complicado tanto a Iván, que en dos partidos se ha ganado el favor y el fervor del público, a Naranjo y Dani Crognale. Cuando se juegue con un solo delantero (que serán las más de las veces) la competencia va a ser durísima.
En definitiva, el Daimiel suma su séptimo partido consecutivo sin perder, pasa, por primera vez en la temporada del ecuador de la clasificación (ahora es séptimo), también por primera vez en la Liga se está más cerca, en cuanto a puntos, de la Promoción de Ascenso a Tercera que del descenso, el público empieza a engancharse aunque sea de forma tibia, pero queda ese poso de insatisfacción en cuanto a la convicción en el juego, que ante el Sporting, y sobre todo en la segunda parte, fue anárquico, individualista y con muy poca presencia en la zona de creación.
FICHA TÉCNICA
3 DAIMIEL: Astillero, Alberto Pérez (Santi Vera, min. 66), Javi Murillo (Heredia, min. 72), José Carlos, Bernal, Rubio, Saavedra (Paco, min. 78), Iván (Ruiz, min. 78), Naranjo (Dani Crognale, min. 45), Vicente y Jaime Núñez.
0 SPORTING TORRENUEVA: Iker, Manolo, Paulino (Eizaga, min. 83), César, Pedro, Jaime (Juli, min. 76), Ismael (Cata, min. 45), Mas, Piloto y Samba (Ángel, min. 74).
ÁRBITRO: Corredor Dotor, asistido en las bandas por Jiménez Ortiz y Crus Jiménez. Bien. Mostró tarjetas amarillas por el Daimiel a Dani Crognale, Paco y Bernal. Por el Sporting Torrenueva la vieron César, Pedro y Manolo. Expulsó con roja directa al visitante Mas en el minuto 62.
GOLES:
1-0, minuto 4. Iván.
2-0, minuto 19. Javi Murillo.
3-0, minuto 76. Dani Crognale.
INCIDENCIAS: Matinal en el Nuestra Señora del Carmen. Césped artificial que, en honor a la verdad, ya va “negreando”. Algo más de público que en anteriores partidos, pero sigue siendo poco. Unos 350 espectadores. Se avisó por megafonía del posible “chaparrón” a los ocupantes de la grada cuando se encendiera el sistema de riego. El Daimiel obsequió al Sporting Torrenueva con un banderín por su primera visita a Daimiel, al igual que se hiciera con el Munera.
LA FOTO DE LA AFICIÓN
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