Los ascensos del At. Ibañés a Tercera y del Daimiel RCF a Preferente están pendientes de un hilo. Si el ascenso del Conquense en los terrenos de juego es un hecho, no es así en los despachos. El Conquense está obligado a presentar un aval de 125.000 euros el próximo lunes. Si no lo hace, no podrá jugar en Segunda B.
La normativa de la RFEF es muy clara al respecto. Todos los equipos que en las últimas cinco temporadas hayan sido denunciados por impagos, por parte de sus jugadores, deben pagar un aval si quieren participar en la Segunda B. La cuantía del aval depende del importe de las cantidades denunciadas por los futbolistas.
La UB Conquense fue denunciada por varios de sus jugadores la temporada anterior, cuando descendieron a Tercera. Pese a que pagaron esa deuda (si no hubieran descendido a Preferente), el mismo hecho de haber sido considerado "equipo moroso" ante la Comisión Mixta RFEF-AFE le obliga a presentar un aval de 125.000 euros. El Conquense ha recurrido esa normativa porque estima que no ha de presentar el aval debido a que pagó a los jugadores que en su momento denunciaron.
Como ejemplo digamos que el CD Toledo, que también descendió a Tercera en la misma temporada que el Conquense, se mantuvo al día en los pagos y en ningún momento fue denunciado por sus jugadores, por eso ahora no tiene la exigencia de presentar ningún tipo de aval.
Pese al recurso que ha presentado el Conquense, todo hace indicar que tendrán que presentar el aval mañana como fecha tope. Si los conquenses no lo hacen, perderán su plaza en Segunda B, y por tanto el At. Ibañés no ascenderá a Tercera ni el Daimiel RCF a Preferente.
Curioso el caso del At. Ibañés que la temporada pasada perdía la categoría por el descenso administrativo del Puertollano y en esta, después de haber tocado la Tercera, se podría ver otra vez en Preferente por un caso similar.
El Zona 5 pide una plaza en Segunda B
Por su parte el Zona 5 de Albacete, que acaba de ascender a Tercera división, ha solicitado participar en Segunda B ocupando una de las plazas vacantes por descensos administrativo. En concreto los equipos descendidos a Tercera han sido el histórico UD Salamanca y el Gimnástica Torrelavega. Una de esas plazas la ocupará el Constancia, conjunto perdedor en la final de laPermanencia en Segunda B.
El otro equipo se cubrirá según criterios de pertenencia a la Federación de los equipos descendidos y, si no hubiera interesados, al resto de equipos de Tercera división. Eso sí, la plaza en Segunda B cuesta 300.000 euros (media de las deudas de ambos clubes) e incluso la RFEF podría exigir, aparte, un aval de otros 200.000 euros.
Desde el Zona 5 afirman que tienen un par de grupos inversores que apuestan por el hecho de que el Zona 5 juegue en Segunda B, pero será la RFEF la que determine este lunes cuál será el equipo que complete el cupo en Segunda B.
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