Era otro de los secretos a voces. El Club Deportivo Puertollano ha cerrado el fichaje del centrocampista Rubén Gómez. Este jugador es un viejo conocido de la afición industrial. Se crió como persona y como futbolista en la ciudad minera antes de partir en juveniles al Quintanar del Rey de División de Honor. Tras hacer un buen recorrido por equipos de la provincia como el Almagro, Tomelloso, Teresiano, Piedrabuena o Daimiel, Rubén decidió probar suerte en tierras valencianas, concretamente en La Nucía, donde cuajó una gran campaña y fue fichado acto seguido por el Dénia.
Tuvo la posibilidad de crecer y curtirse en la Segunda B tras fichar por el Ontinyent, donde jugó varias campañas. La última, esta temporada pasada, donde fue una pieza importante en el conjunto valenciano tras jugar 31 partidos y ver diez amarillas. A eso hay que sumar sus dos goles, quizá su año de más sequía ya que todas las temporadas suele marcar la decena de goles gracias a su verticalidad y gran pierna izquierda.
Rubén Gómez es de sobra conocido por la afición industrial. Tiene 27 años, mide 1,75m y pesa 63 kilos. Puede jugar de interior por ambas bandas e incluso en la media punta, aunque no es descartable que haga las funciones de delantero. Para Pablo Franco es, sin duda, uno de los fichajes estrella de este Puertollano.
El técnico madrileño lo definía como “un jugador muy muy desequilibrante y que tiene un cambio de ritmo tremendo”. Además, el preparador industrial añadía que “con balón es muy bueno y peligroso, y eso lo complementa con un gran olfato de gol”. Para el mister, Rubén Gómez no tiene una posición fija ya que “puede jugar por la banda derecha a pierna cambiada, aunque, realmente, puede jugar en cualquier posición de ataque”.
De esta manera, y a falta de un delantero contrastado (como puede ser Rubén Moreno), el Club Deportivo Puertollano pone la guinda a un gran equipo formado por una gran base. En breve podrían conocerse más caras nuevas para el proyecto minero.
lanzadigital.com
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