Complicado es analizar el partido de la Liga Nacional Juvenil que nos depararon Daimiel CF y Tomelloso CF. Complicado porque se dieron muchas y variadas circunstancias que explican el abultado marcador de empate a cuatro entre ambos equipos. Un empate a tantos goles que seguro que hace pensar que se presenció un partidazo entre ambos conjuntos, pero fue todo lo contrario. Hubo goles y emoción, pero muy poco fútbol entre ambos.
Para empezar habría que explicar que el césped del Estadio Municipal estaba en muy malas condiciones. En tan malas condiciones que fue el origen directo de dos lesionados, uno por bando, que tuvieron que salir en volandas aupados por sus compañeros. Porque esa es otra, que los efectivos de Cruz Roja siguen brillando por su ausencia en los acontecimientos deportivos de Daimiel. Los clubes, por lo que se ve, no están dispuestos a pagar los emolumentos que exige la ONG para prestar sus servicios, y algo habrá que hacer, entre los clubes y la Cruz Roja, para tratar de llegar a un entendimiento.
Pero volviendo al tema del césped, este estaba muy alto, irregular, duro y seco (no se regó antes del partido ni en el descanso) con lo que el balón se frenaba, no rodaba con normalidad y los jugadores tenían verdaderos problemas para o bien controlarlo, o bien conducirlo. Y lo peor es que fue foco de dos lesiones importantes que esperemos que no revistan excesiva gravedad.
Partido raro, raro, raro
Si digo que es complicado analizar este partido es por lo siguiente. El Daimiel jugó mal, pero fue capaz de remontarle al líder invicto Tomelloso. El Tomelloso tuvo una pegada brutal, con cuatro goles y un larguero en seis lanzamientos a puerta, pero no sacó ni un saque de esquina en todo el partido, por cinco los daimieleños. Los daimieleños parecieron asfixiados durante gran parte del encuentro, con continuas llegadas al banquillo para beber agua, y sin embargo parecieron acabar mucho más enteros que el Tomelloso, que no supo aguantar las últimas embestidas locales. Y si alguien tuvo algo más de control del juego, pese a los bastantes errores, fue el Daimiel, ante un Tomelloso que teniendo el partido muy de cara no lo supo cerrar.
Y no faltó la polémica arbitral
Escudero Marín, árbitro daimieleño, se sumó al desconcertante partido con una decisión absolutamente discutible y que torció totalmente lo que hasta ese momento era un más que correcto arbitraje. Corría el minuto 73, sólo dos minutos después de haber logrado el Daimiel el 2-3, cuando de forma increíble pitaba un penalti a favor del Tomelloso que nadie en todo el Estadio había apreciado. Ni siquiera el asistente, Díaz de Mera, que estaba mucho más cerca de la jugada, señaló nada. El caso es que Domin le quitó la pelota a Edu dentro del área y la mandó a córner. El primero que hubieran sacado los tomelloseros en todo el partido. Pero Escudero Marín pitó penalti ante, primero la incredulidad, y luego el enfado local. El 2-4 parecía sentenciar el partido. Pero no.
Escudero Marín, ya muy nervioso hasta el final, expulsó del banquillo al entrenador local y su ayudante, y pitó dos penaltis a favor de los locales. El primero en el 82 y el segundo en el 85. De los dos, el primero fue claro pero el segundo sonó a compensación por lo sucedido en el otro área. Así que el colegiado tampoco se libró del desaguisado de encuentro.
Por lo demás, poco se puede añadir. Si acaso la narración de los goles. El 0-1 llegaba en laprimera aproximación del Tomelloso, en el minuto 10. Edu saca un disparo raso junto al poste que sorprende a Jaime quien no se esperaba ese disparo. Pero el empate llagaba dos minutos después. David salva por dos veces en posición acrobática el tanto en su portería, pero el tercer intentó local, en las botas de Mochu, ya fue imparable. Después David volvió a salvar a su equipo en un disparo de José que se aprovecha de una indecisión del defensa. Pero es el Tomelloso, en el minuto 24, el que marca en una jugada plagada de desaciertos en la defensa y portero locales, que sale del marco de forma alocada, y deja la puerta vacía para que Roberto fusile el 1-2.
En la segunda parte más emoción que juego
El 1-3 llegaba en el minuto 61. En ese momento el Daimiel jugaba con 10, porque Rubén estaba siendo atendido en la banda tras producirse un esguince por el mal estado del terreno de juego. El caso es que la ausencia del central fue aprovechada por el Tomelloso, en concreto de nuevo Roberto, que aprovecha un centro desde la banda, por el centro de la defensa, sin que ni defensas ni portero vayan a por ese balón, se la dejan franca y fusila. Antes el visitante Morales, había lanzado al larguero desde casi el centro del campo.
Con el 1-3 el Daimiel estaba totalmente fuera del partido. Excesiva distancia entre líneas, incapaz de crear juego y fiándolo todo a los balones largos. Cuando peor estaba el Daimiel, en el minuto 71, Cala volvía a marcar a la salida de un córner en jugada ensayada, y donde David tampoco estuvo muy afortunado. El 2-3 daba esperanzas de remontada que se truncaron con el 2-4 del narrado penalti.
Final de infarto y polémico
Pero los jugadores locales sacaron fuerzas de flaqueza y al Tomelloso pareció temblarle las piernas. Garzas apareció como un estilete difícil de parar por la defensa visitante y él fue el que provocó los dos penaltis. Primero avisó con un remate de cabeza (se las llevó todas por alto) que lamió el larguero, y luego fue trabado claramente en el primer penalti que suponía el 3-4 lanzado por él mismo. La presión local, con más corazón que otra cosa, embotellaba a un Tomelloso que no cerraba el partido y que atrás daba muestras de flaqueza.
Así se llegaba a la jugada del segundo penalti, mucho más discutible y que sonó a compensación por el pitado a favor del Tomelloso. La jugada fue embarullada porque Cala se hizo con un balón dentro del área, su disparo lo repelió David que enviaba al poste, y el rechace del poste lo intentó controlar Garzas pero cayó al suelo. Escudero Marín pitó penalti ante las ostensibles protestas del Tomelloso. Tampoco falló Garzas el segundo penalti estableciendo el 4-4 definitivo.
Incluso el Daimiel dispuso de una falta que botó Róber, pero que salió ligeramente desviada. Hubiese supuesto excesivo premio para el Daimiel la victoria. Desde luego el partido fue emocionante por la marcha del marcador, pero en absoluto la imagen del Daimiel fue buena, aunque delante tenía a un buen equipo, mejor colocado que los blancos, pero que en los momentos claves no supo hacerse con el control del esférico en un partido que tuvo muchísimos imponderables.
FICHA TÉCNICA
4 DAIMIEL: Jaime, Ángel, Miguel Ángel (Martínez, min. 67), Domin, Pincho (Rubén, min. 31)(Checho, min. 61), Juan, Mochu, Cala, José, Garzas y Diego (Meni, min. 72).
4 TOMELLOSO: David, Jota, Antonio, Róber (Josesillo, min. 91), Ángel, Joseja (Gallego, min. 70), Morales (Javi, min. 62), Dani, Edu, David Serrano y Roberto (Carlos Román, min. 83).
ÁRBITRO: Escudero Marín, asistido en las bandas por Nieto Sandoval y Díaz de Mera. En señó tarjetas amarillas a los locales Digo y Martínez. Expulsó con roja directa al entrenador local Santi, en el minuto 78 y a su ayudante, Paco, en el mismo minuto. Por el Tomelloso vio amarilla Edu.
GOLES:
0-1, minuto 10. Edu.
1-1, minuto 12. Mochu.
1-2, minuto 24. Roberto.
1-3, minuto 61. Roberto.
2-3, minuto 71. Cala.
2-4, minuto 73. David Serrano, de penalti.
3-4, minuto 82. Garzas, de penalti.
4-4, minuto 85. Garzas, de penalti.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal de Daimiel. Césped en mal estado, muy alto, duro, seco y muy irregular. Aceptable entrada, unos 150 espectadores en tarde muy agradable.
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