Día triste y Asamblea poco clarificadora. Poco clarificadora en cuanto a motivos, proceso, causas y causantes del desaguisado que ha llevado al Daimiel CF a deber más de 383.000 euros a la Seguridad Social. Y no es que Paco Pinilla y sus nueve directivos (todos ellos en el estrado, que fue lo más gratificante de la reunión) no quisieran dar las explicaciones oportunas, pero o no las tenían claras, o eran farragosas, y, desde luego, no concuerdan con lo que días atrás se había manejado como causa de la futura e inevitable desaparición del Daimiel CF. Unas cuarenta personas asistieron a la reunión.
Nadie del Ayuntamiento hizo acto de presencia, ni siquiera el concejal de Deportes que, como simple ciudadano que se interesa por los problemas de las asociaciones deportivas de su localidad (pero también como máximo patrocinador del Club), se interesó, repito, por lo que le pudiera pasar a la asociación cultural y deportiva más longeva de Daimiel. Por cierto los aficionados recriminaron, precisamente, su ausencia a lo largo de la reunión.
La falta de explicaciones más o menos precisas no es culpa de los actuales directivos, los cuales llevan ahí apenas una semana y bastante tendrán con entender el farragoso lenguaje jurídico de los documentos. El que pudo haber dado las explicaciones oportunas, el anterior presidente, Eusebio Villar, no estaba en la Asamblea.
La falta de explicaciones más o menos precisas no es culpa de los actuales directivos, los cuales llevan ahí apenas una semana y bastante tendrán con entender el farragoso lenguaje jurídico de los documentos. El que pudo haber dado las explicaciones oportunas, el anterior presidente, Eusebio Villar, no estaba en la Asamblea.
El Daimiel, una empresa inscrita como tal en la Seguridad Social
Paco Pinilla, presidente actual del Daimiel CF, indicó que "la deuda con la Seguridad Social viene porque el Daimiel está inscrito como empresa en la Seguridad Social. Por tanto, este señor (Eusebio Villar, anterior presidente) ha tenido personas trabajando sin estar dadas de alta, y además, el Daimiel CF, como empresa, tampoco ha cotizado". Esta es la clave, según Pinilla y sus directivos, del estado actual del Daimiel. Los directivos no supieron dar una fecha exacta de cuando el Daimiel CF se inscribió como empresa, pero apuntaron que "con los documentos que tenemos tendría que ser en 2005", fecha en la que ya Eusebio Villar era el presidente, y fecha en la que se produjeron las lesiones de Xoan Amor y Rubén Pascual, verdaderos motivos de la deuda con la Seguridad Social.
Preguntados sobre si la deuda es porque la mutua de seguros de la Federación no se hacía cargo de las lesiones de Amor y Rubén Pascual, volvieron a insistir qen que "como futbolistas aficionados no pueden cobrar, pero ellos demostraron que sí lo hacían, en el caso de Amor 1.100 euros todos los meses. Y la Seguridad Social les ha dado la razón. El Daimiel no ha pagado nada ni ha ganado ningún juicio y te repito que está dado de alta como empresa en la Seguridad Social, aunque Eusebio Villar diga que se ha pagado".
Pinilla dijo que "el Daimiel ha perdido todos los juicios y en algunos no se ha presentado. Se ha defendido muy mal los intereses del Club porque ha habido dejadez". Llegó a decir que "no quiero cansaros con las deudas, porque lo gordo ya lo sabéis, pero hay más. Porque se han declarado IVAs que Hacienda puede reclamar ahora, los contratos de varios jugadores, de entrenadores", y el nuevo secretario José Antonio Moya apuntó "para saber realmente la situación económica del Daimiel CF se tendría que hacer una auditoría, porque las cuentas y las deudas no están nada claras".
Las cuentas embargadas y pagos por intereses de demora
Tanto Pinilla como el secretario reconocieron que "el equipo puede continuar, porque la deuda de Amor (196.000 euros) no está todavía en ejecutiva, sino que el Daimiel ha sido notificado (por no poder hacerlo en mano se ha puesto un cartel en el Ayuntamiento), pero habría que hacerla efectiva antes del 25 de enero de 2011". Además, continuaron "tenemos embargadas hasta las camisetas y no podríamos acceder a ninguna subvención". Y apuntó otro tema para demostrar la desidia de la anterior junta y la poca colaboración en el traspaso de poderes "para cobrar 9.000 euros de la Diputación Provincial de Ciudad Real, teníamos que pagar 5.000 euros por otro juicio que se había perdido en la Seguridad Social. Cuando me entero, pregunto en la Seguridad Social si lo puedo pagar en plazos, y me dicen que para solicitar ese acuerdo ya se había pasado el plazo y que además ya no son cinco mil euros, sino seis mil y pico por los intereses de demora. Y así todas las cosas que nos vamos encontrando".
"¿Se va a ir Eusebio Villar de rositas?"
Una vez expuesta la situación, aparecieron fuertes reproches al anterior presidente, Eusebio Villar. Hubo quien pidió que el ex presidente "no se fuese de rositas" e incluso se le denunciara "donde haya que hacerlo por su mala gestión y por las deudas generadas". Para los presentes "no puede ser que Eusebio Villar no asuma las consecuencias de los impagos o de la desaparición del Club", insistieron.
Pero la tónica general de la Asamblea fue la nula aportación de soluciones, la generación de muchas dudas acerca del origen de las deudas a pesar de los papeles oficiales que había encima de la mesa, las pocas preguntas de los socios y aficionados, quizá aturdidos ante la magnitud del problema, y, ante todo eso, Francisco Pinilla dijo claramente que "nosotros no vamos a pagar ni un céntimo de la deuda generada por otras personas. Ni de la Seguridad Social, ni de autobuses, ni de pisos, ni de nada, porque son de 70 millones de pesetas para arriba. A partir de este momento nosotros ponemos el cargo a disposición del que quiera acceder a la presidencia del Daimiel CF. Vamos a dar un plazo para convocar otra Asamblea por si alguien tiene ideas y sabe cómo salir de esta situación pero si no hay nadie, nosotros vamos a continuar con nuestro proyecto y crearemos un nuevo equipo en Daimiel", aseguró.
70 años de historia al garete
El plazo dado, más que para intentar salvar al Daimiel CF, se va a utilizar para "saber si podríamos mantener la categoría de alguna forma, y si no, pues nos iríamos a Segunda Autonómica". Salió a la luz precedentes de cambios de nombre como el del Tomelloso y el del Puertollano que no supusieron descensos de categoría a lo que Pinilla indicó que "vamos a ver si nos enteramos bien de todo y cuando convoquemos la Asamblea ya indicaremos si podemos mantenernos con el nuevo equipo". Y dijo con muchísimo pesar "yo sé que todos estamos muy tristes de que 70 años de historia del Daimiel, por el que tantísima gente ha pasado se vayan a la basura, pero yo no veo otra solución que cambiar el nombre y empezar de cero. No podemos asumir una deuda que, como mínimo asciende a 70 millones de pesetas y de ahí, para arriba. Es imposible, al menos para nosotros", apostilló.
Al menos los diez directivos tenían muy claro que "el nuevo club va a ser transparente. Hemos creado dos tesoreros para que ni un céntimo pueda ser movido sin las dos firmas. Queremos que el nuevo club sea de todos y todos se sientan implicados con él. Hasta en la elección del nombre. Nuestro proyecto, con los precios de los carnés, entradas, jugadores, entrenador y demás lo daremos a conocer en la próxima Asamblea, aunque ya lo teníamos preparado para esta, pero dadas las circunstancias, y la modificación de categoría que seguramente tendremos que hacer, es mejor esperar a saberlo todo de forma definitiva".
Diez directivos con mucha ilusión y trabajo
Por lo demás, que no es poco, la Asamblea sirvió para dar a conocer a las personas que, en principio, se ivan a hacer cargo del Daimiel CF, pero que ahora, si no sale nadie que se haga cargo del Daimiel CF, crearán un nuevo club en la categoría que la Federación determine. Estos hombres son Francisco Pinilla como presidente, Juan Félix Redondo, vicepresidente, José Antonio Moya como secretario, Miguel Ángel Díaz de Mera y Jesús Carranza como tesoreros, y directivos como Clemente García-Carpintero, Óscar Pinilla, Francisco Alegre y José Ramón García-Velasco.
Pinilla también dejó claro "las trabas con que me he encontrado por parte de algunos directivos de la Junta anterior que no me querían dar ni las llaves de la sede. Una sede a la que le hemos cambiado la cerradura y le hemos metido luz, que no tenía". Pinilla también expuso que "el día de la final de la Copa Diputación aquí en Daimiel se pusieron en el bar personas de la anterior Junta que no debían haber estado allí, porque eran ingresos para nuestro club. Por no armarla me tuve que callar, pero es un ejemplo de cómo han actuado. Nos han dejado sin equipaciones, no hay ni una camiseta, ni balones, ni nada. Toda la sala de material está vacía. No ha quedado nada".
Continuó diciendo que "me han apoyado muy poco y me han criticado en la calle, no solo la junta anterior, sino personas que pensaban que esto no podía salir adelante. Pues aquí estamos, dispuestos a habernos hecho con el Daimiel y ahora seguiremos con un nuevo equipo si hace falta. Yo solo pido la confianza de la gente, que se haga socio y nos apoye, que nosotros vamos a trabajar lo indecible por el fútbol de nuestro pueblo", aseguró.
En definitiva, al Daimiel CF se puede dar por muerto, como no sea que un jeque árabe o un grupo inversor multimillonaria, que ni está ni se le espera, se fijara en un club humilde como el Daimiel CF pero que ha sido el santo y seña deportivo de la localidad hasta que una malísima gestión y , por qué no decirlo, la pasividad de muchos, se lo ha llevado por delante.
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